sábado, 2 de febrero de 2013

Sistema Electoral Cubano


El gobierno revolucionario cubano, instaurado a partir de enero de 1959, y que rige con el poder del pueblo, ha estado sujeto a constantes acusaciones sobre la presencia de supuestas violaciones de los derechos humanos y la falta de transparencia en la participación popular en el proceso de gobernación.
La continuada política de los gobiernos de los Estados Unidos contra Cuba y el retórico discurso de las marionetas imperialistas, abuchean la necesidad de un cambio en nuestro sistema político, por uno que ellos denominan “Democrático”.

Sin embargo, la historia de Cuba cuenta en sus páginas la existencia de un pasado feroz, turbio y lleno de ignominias hasta principios del 1959, cuando el país dio un giro hacia el verdadero reconocimiento del valor humano y la construcción de una sociedad integrada al proceso de mandato y toma de decisiones en los aspectos más importantes del país.

Pero para hablar del proceso electoral cubano, hay que citar dos etapas cruciales:

PRIMERA ETAPA

La primera etapa se enmarca desde 1900 hasta 1958, la cual estuvo marcada por la penetración extranjera de los gobiernos norteamericanos en los asuntos internos de cuba, con el objetivo de lograr la anexión de la Isla a la confederación.

Para esto optaron por medidas que crearan desaciertos y división en la sociedad, como ejemplo: La disolución de la Asamblea de representantes, el Ejército Libertador y el Partido revolucionario cubano (PRC), los cuales habían sido instrumentos de lucha del pueblo y de cohesión de las fuerzas por lograr la total independencia.

También aparecieron medidas de corte económicas para crear la dependencia de la Isla a la Unión Norteamericana.

El 1ro de enero de 1899, tomó posesión del gobierno de Cuba, en nombre del gobierno de los EUA, el Mayor General John R. Brook, el cual dio pasos para la creación de la Ley Municipal Electoral (16 de abril de 1900) y la formación de una nueva Constituyente.

El primer gobernador militar extranjero de la Isla había nombrado a los alcaldes y ayuntamientos y fue precisamente a tales funcionarios a quienes se les concedieron las más importantes atribuciones en las primeras elecciones municipales. La Ley impuesta establecía que para garantizar el proceso podían recurrir a la policía y hasta al ejército interventor, lo que propició el uso de la fuerza para imponer candidaturas.

Debido a las restricciones y condicionantes impuestas, solo votó el 7% de la población, debido principalmente al alto índice de analfabetismo en una población mestiza (principalmente) y el alto nivel de pobreza de casi toda la población cubana.

Poco después tomó posesión en el sillón de gobernación Leonard Wood, quien continuó con el llamamiento a la celebración y conformación de una Constituyente, pero para demostrar su carácter prepotente, el 25 de julio de 1900 realizó su discurso de llamamiento en inglés.

A pesar del descontento popular y las protestas de algunos independentistas de la anterior Cámara, Leonard Wood continuó marginando a la población con el favoritismo a candidatos que se inclinaban por el anexionismo y reforzó las restricciones.

Tomás Estrada Palma fue elegido Presidente de Cuba, con solo el 47% de los votos emitidos, y también depuso sus principios para venderse a las propuestas indecentes del imperio norteamericano. Este señor fue quien ilegalizó al PRC y buscó la manera de amañar aun más la nueva Constitución para intentar reelegirse en otro período de mandato. Esto trajo revueltas y la llamada “Guerrita de Agosto”, pero asustado de la situación social, evocó uno de los artículos de la Enmienda Platt y produjo la segunda intervención armada norteamericana en el país.

Dos nuevos gobernadores norteamericanos estuvieron en la Isla: William Howard Taft (29 septiembre 1906 – 13 octubre 1906) y Charles Edward Magoon (13 octubre 1906 – 27 enero 1909); hasta que el 28 de enero de 1909 sale como presidente José Miguel Gómez.

Después de las nuevas votaciones presidenciales, comienza una era de gobiernos de turnos que se caracterizaron por el servilismo, la corrupción y el fraude. Todas las elecciones posteriores estaban matizadas por el manejo de los politiqueros, donde los muertos votaban, se robaban las urnas, se hacía uso de la llamada Boleta Viajera para propiciar que un elector votara más de una vez, que los funcionarios y trabajadores públicos fueran amenazados con despidos sino votaban por el candidato favorecido por el gobierno o tuviera el visto bueno de los gobiernos de EUA, donde el ejército y la policía participaban complotados para impedir que los electores de la oposición votaran; las personas eran chantajeadas, entregando sus células de votación a cambio de poder ingresar a un familiar enfermo en algún hospital, entre otras manifestaciones antidemocráticas.

Pero el gobierno de los EUA no quitó ojo sobre el proceso cubano y continuó con su injerencia, como se evidenció en 1907 y en 1921, este último con el gobierno de Alfredo Zayas Alfonso, donde el Tío Sam  revisó y controló la conformación del Registro Electoral.

En el transcurso de la República Neocolonial, se hicieron distintas reformas constitucionales, pero ninguna con carácter de beneficio social y siempre con el objetivo de lograr mayor estatus de poder, como se puede apreciar en el mandato de Gerardo Machado Morales (20 mayo 1925 – 12 agosto 1933) que logró la reelección y con Carlos Mendieta y Montefur (18 de enero 1934 – 11 de diciembre 1935).

El desarrollo del pensamiento político alcanzado bajo la influencia de elementos de ideas socialistas (Antonio Guiteras Holmes, Rubén Martínez Villena, Julio Antonio Mella, Carlos Baliño y otros más), de los cuales algunos de ellos integraron la asamblea constituyente y sus expresiones permitieron formular derechos y garantías sociales; la intervención de la movilización popular en movimientos obreros, campesinos, intelectuales y progresistas con la consigna: “Por una Constituyente libre y soberana”, la cual unió por encima de muchas diferencias a amplias capas del pueblo.

Después de sangrientas represiones y la influencia de algunos factores externos como: la política del New Deal de Franklin Delano Roosevelt y su disimulada oposición al fascismo, la lucha antifascista en España (en la cual Cuba llevó el mayoritario apoyo – el mayor contingente internacionalista que combatió al lado de la república), el enorme entusiasmo que despertó el proceso nacionalista de Lázaro Cárdenas en México y las formulaciones de la Constitución Mexicana de 1917, dieron como consecuencia el nacimiento de la Constitución de 1940, la amnistía para presos políticos, la legalización del Partido Comunista y la creación de la Confederación de Trabajadores de Cuba.

Aprovechando los escasos recursos de los movimientos progresistas y comunistas y en sus prejuicios de realizar campañas pagadas, los representantes de la politiquería también realizaron sus manejos para garantizar puestos en la Cámara de Representantes y el Senado, utilizando los medios de prensas con el objetivo de desviar a los constituyentes de su objetivo principal.

Lo más lamentable es que en la aprobación de la Constitución se dejaron muchas regulaciones para posteriores aprobaciones y por tanto sus elementos esenciales quedaron  al desconocimiento y con una práctica nula.

Fulgencio Batista Zaldívar, durante su período de mandato, aprovecho esta cobertura para violar la Constitución a su propio antojo. Para acabar con el movimiento revolucionario creó diferentes aparatos de represión, tortura y división: como el caso de los sindicatos amarillos para dividir los sindicatos de los trabajadores.

Batista, estando frente al ejército fue quien ordenó disparar al pueblo durante el entierro de las cenizas de Julio Antonio Mella, en septiembre de 1933; contribuyó decididamente al derrocamiento del gobierno de Grau San Martín en enero de 1934; reprimió a sangre y fuego la huelga general de marzo de 1935, y ordenó el asesinato de Antonio Guiteras Holmes y Carlos Aponte ese mismo año.

Aunque Batista se ve obligado al exilio en 1944, vuelve en el año 48 para reorganizar en 1952 otro golpe de estado. Al proclamarse presidente instaura nuevamente los asesinatos políticos, disuelve al congreso, suspende la Constitución del 40 y también llevó a cabo la ilegalización de  todas las formas políticas de oposición.


En 1954 se convocan nuevamente a elecciones y Batista se vuelve a instalar en el poder por medio del fraude electoral, lo mismo intenta realizar en 1958 para imponer como presidente a André Rivero Agüero.

Pero muy a pesar de las represiones, el movimiento revolucionario continuó en la lucha por el derrocamiento de la tiranía batistiana. Nace el Movimiento 26-julio que logra aglutinar a todas las fuerzas en la lucha contra la dictadura y conlleva al triunfo el 1ro de enero de 1959.

SEGUNDA ETAPA.

La segunda etapa crucial que se menciona al principio es la que comienza desde 1959 hasta la actualidad. En la misma, en sus inicios de 1959, el triunfo de la Revolución rompió con todo el esquema oligárquico de la burguesía y se planteó restablecer la Constitución de 1940 con las modificaciones necesarias para el ejercicio del poder revolucionario y como fuente de derecho se adoptó la Ley fundamental del 7 de febrero de 1959, la cual se mantuvo hasta 1976.


En la primera parte de esta etapa se comienza a fortalecer la defensa del país, la industrialización y el desarrollo de la agricultura; pero también se dirigieron esfuerzos al mejoramiento de las estructuras políticas. A partir del 29 de abril de 1974, en Matanzas, se pone en ensayo la futura estructura del Poder Popular con su proceso de elecciones; dos años más tarde se lleva al resto del país, después de recibir el consenso popular.

El anteproyecto de la Constitución de la República fue sometido al análisis  y discusión de toda la población, tomándose las nuevas propuestas que salieron de la base popular. El 15 de febrero de 1976 se celebró el referendo y se alcanzó la aprobación de la misma. De igual manera, el 7 de julio del mismo año, queda aprobada por el Consejo de Ministros la Ley Electoral.


El 24 de febrero de 1976, fue proclamada esta Constitución en acto solemne y público.

En este primer período de la Revolución, el principio primordial a alcanzar fue la  UNIDAD de todas las fuerzas progresistas del país e involucrar al pueblo entero en todo el proceso de construcción del socialismo. Para esto último se constituyeron organizaciones de masas que sus funciones fundamentales estuvieran encaminadas a solucionar las necesidades de la población y a la integración de las mismas en las principales decisiones del presente y futuro del país.

La Unidad tenía que estar presente, por tanto, en la base constitucional del país y así alcanzar el fortalecimiento político-ideológico de las masas y lograr la consolidación del proceso social.
Gracias a todo el esfuerzo realizado por los jóvenes de los años 60 y 70, que transformaron el deteriorado panorama socio económico legado del capitalismo en la otrora Isla de Pinos para transformar este territorio en la cuna del internacionalismo en Cuba. Debido a los avances alcanzados en esta pequeña islita, el 28 de junio de 1978, la Asamblea Nacional del Poder Popular en uso de sus facultades constitucionales, acordó reformar el artículo 10, inciso (a) de la Constitución, para que a los efectos de lo sucesivo, la Isla de Pinos pasara a llamarse Isla de la Juventud. Esto se dio a conocer en acto público que se realizó en ese territorio el 2 de agoto del mismo año.

Deseo llamar la atención en referencia al carácter monopartidista del sistema político y al sistema electoral cubano.

La gran diferencia entre el sistema electoral cubano en referencia al del resto del mundo, radica en que en Cuba no postula el partido, no se ejecutan campañas electorales por organización política partidista alguna; sino que son los diferentes sectores de la sociedad los que participan desde la base en el proceso de selección de sus candidatos a nivel Municipal, Provincial o Nacional. Tienen tanto derecho los militantes del partido como los que no están afiliados a sus filas a ser elegidos como diputados a todos los escaños.

Mientras que el resto del mundo se mueve por afinidades políticas y por la división de la sociedad en intereses de clases; en Cuba es la misma sociedad en su conjunto la que propone, elige y revoca a sus candidatos.

Para poner solo unos pocos ejemplos de otros países:
  • En EUA, tanto la Cámara de Representantes como el Senado están ocupados sus escaños por los partidos. Incluyendo la discriminación de 5 representantes no-votantes: Puerto Rico, Islas Vírgenes, Samoa e Isla de Guam.
  • En España, tanto el Congreso como la Mesa del Parlamento están ocupados sus escaños por miembros de los partidos políticos.
  • En Alemania, tanto el Parlamento como la Cámara de Representación de los Estados Federados tienen ocupados sus escaños por miembros de los partidos.
  • En Francia, tanto la Asamblea Nacional como el Senado tiene ocupados sus escaños por partidos.
  • En Inglaterra, tanto la Cámara de los Comunes como la de los Lores están ocupados sus escaños por partidos políticos.
En todos estos casos, solo gobiernan los partidos con mayor fuerza, discriminando a los que poseen menos afiliación o capitales financieros para sostener sus campañas y proyectos. Se impone la fuerza política y financiera sobre la necesidad social.

El 2 de diciembre de 1976, después de todo el proceso de elecciones en el país, se constituye oficialmente la Asamblea Nacional del Poder Popular, en la cual queda como presidente de la misma el compañero Blas Roca Calderío, vicepresidente el compañero Raúl Roa García y como secretario el compañero José Arañaburo García.

El 12 de julio de 1992, cumpliendo las recomendaciones sujetas en el IV Congreso del PCC, teniendo en cuenta los debates públicos sostenidos, se optaron nuevos cambios con el objetivo de proporcionar mayor representación de las instituciones y el perfeccionamiento de sus estructuras, atribuciones y funciones de dirección, incluyendo algunas cuestiones sobre la gestión del gobierno a nivel provincial y municipal. También se adoptaron nuevas formas de elección de los diputados a la Asamblea Nacional.

Dentro de las modificaciones a la Constitución figuró el garantizar el ejercicio de numerosos derechos y libertades fundamentales, derechos civiles y políticos de los ciudadanos extranjeros residentes en Cuba.

En el séptimo período de mandato y por selección de los diputados de la Asamblea Nacional, el 15 de marzo de 1993 se elige a Ricardo Alarcón de Quesada como Presidente de la Asamblea Nacional y como Vicepresidente al compañero Jaime Crombet.

En las constantes presiones y amenazas del gobierno de los EUA, la consciencia revolucionaria del pueblo cubano se arraigó mucho más en su lucha por preservar sus conquistas, la mayor de todas: la independencia.

Debido a las declaraciones injerencistas y ofensivas del presidente de los EUA, George W. Bush, el pueblo de Cuba dio respuesta contundente con la realización de un proceso plebiscitario desde el día 12 al 17 de junio de 2002, el cual llevaba el objetivo del rechazo a las declaraciones del mandatario norteamericano y la decisión del pueblo de Cuba en la autodeterminación de continuar con nuestro sistema político y social.

El 26 de junio del propio año, la Asamblea Nacional adoptó el Acuerdo Nº V-74, donde se aprobó La Ley de Reforma Constitucional, en la cual se ratifica el carácter irrevocable del socialismo en Cuba y que ninguna negociación se aceptaba bajo las condiciones de amenazas, agresión o coerción de parte de ninguna potencia extranjera.

La adopción de dicho acuerdo se apoyó en las manifestaciones populares y con la firma voluntaria de 8 198 237 electores a favor de tal modificación.

Pero lo esencial es conocer los detalles de la participación del pueblo dentro de las decisiones del país, como es el caso del proceso electoral. Para esto miremos la forma en que la sociedad cubana ejerce su participación a través de su estructura social organizativa.
Los CDR están formados por la célula de la sociedad: la familia. La inscripción a esta organización de masas es voluntaria y solo se admiten personas con 14 años cumplidos.


En los CDR se analizan los problemas del barrio y también de carácter nacional. Se reúnen mensualmente de forma ordinaria y de manera extraordinaria tantas veces se crea necesario a propuesta de sus integrantes o dirección superior, para la información, el debate o el análisis de algún asunto o tema de importancia; sea para el barrio, la localidad municipal, provincial o nacional. En los mismos se pueden tomar acuerdos o elevar propuestas a la dirección del país, las cuales hasta pueden ser debatidas en el seno del parlamento.

La estructura de los CDR es de carácter territorial y se organiza con dirección en: la cuadra, zonas, municipios, provincias y nación. En la instancia nacional, los órganos y organismos de dirección son: Congreso, Dirección y Secretariado Ejecutivo.

A partir de esta base en la cuadra, es que comienzan las propuestas y selección para los diferentes escaños de los órganos de dirección popular.

Antes de la convocatoria a las elecciones, la Asamblea Municipal designará una comisión para que estudie los posibles cambios que se consideren necesarios de introducirse en las circunscripciones.

Se pueden constituir, en caso necesario, circunscripciones electorales especiales para los que residen permanentemente en unidades militares y excepcionalmente para internados escolares; así como para facilitarle la participación a aquellos, que por razones determinadas, permanecerán tiempo prolongado fuera de su territorio de domicilio.


La circunscripción reúne a todos los miembros de los CDR que la conforman para que se hagan las propuestas a precandidatos. Se pueden realizar tantas nominaciones se propongan en la reunión de la circunscripción. Las propuestas se fundamentan y se lleva a votación directa, donde se aprobará su precandidatura por el voto del 50% +1 de todos los participantes en la reunión.

Después se convocan a la elección del Candidato a Delegado de la Circunscripción. Para esto, no se efectúan campañas de favoritismo hacia ninguno de los precandidatos por ser miembro del partido o no; solo se da a conocer de manera pública las biografías de los precandidatos para que en correspondencia con sus historiales, conductas y desempeño de sus funciones sociales y profesionales, los electores decidan quiénes serán sus representantes.

Se llevarán a votación no menos de 2 precandidatos por circunscripción y el proceso de elección se realizará por el voto libre, directo y secreto.

Las urnas son custodiadas por pioneros (niños estudiantes de primaria y secundaria básica) desde el comienzo de las votaciones hasta el conteo de los votos.

En el conteo de los votos participan los miembros de la mesa electoral, los invitados de las organizaciones de masas y todo aquel que desee ser observador del conteo de las boletas.
Se separaran las boletas anuladas o no válidas y se cuentan las boletas válidas para dar a conocer en el mismo momento del conteo al Candidato seleccionado por mayoría del electorado. Se realizarán tantas votaciones sean necesarias en caso de empates.

Todos los Delegados de Circunscripción son parte de la Asamblea Municipal. Por lo tanto, los delegados de las Asambleas Municipales se eligen a razón de uno por cada circunscripción del territorio.

Solo tienen carácter profesional los Presidentes y Vicepresidentes de la Asamblea Municipal y de aquellos Consejos populares que se decidan por la Asamblea.

Cuando cesen sus funciones, volverán a mismo cargo o puesto de trabajo anterior, de ser posible; de lo contrario a otro con similares condiciones laborales y salariales. Solo no se cumplirá esta función cuando las causas del cese estén vinculadas a la pérdida del cargo por hechos que lo hacen desmerecer de este puesto público.

Para el caso de las precandidaturas a la Asamblea Provincial y Nacional, es la base de los municipios quienes proponen a los precandidatos, los cuales también se someten a la votación directa y secreta de toda la población.

Dentro de las nuevas modificaciones realizadas a la ley electoral, hoy en día, para los escaños Provinciales y Nacional, se puede optar por el llamado “VOTO UNIDO”, en el cual la población puede optar por la aprobación de todos los precandidatos, sin que ninguno de los precandidatos quede fuera de la candidatura. Una muestra más de posibilitar una participación más representativa de toda la sociedad en los órganos del poder popular y que el trabajo en la toma de decisiones importantes en el quehacer de la nación sea a manera conjunta en el despliegue de esfuerzos, criterios, sugerencias y sin que ello conlleve temor al análisis de posibles discrepancias u opiniones. Lo más importante radica en que todos hagan suyo el objetivo común: Resolver los problemas existentes y desarrollar la economía del país frente a las adversidades internas y externas.

Debo señalar que incluso aquellos que tienen sus diferencias con el proceso social de la Revolución tienen la oportunidad de ser propuestos o elegidos desde la base de la sociedad, pero la conciencia política e ideológica del pueblo no le contribuye con sus votos; ya que la cultura política los conlleva a salvaguardar el proceso, eligiendo a quienes realmente los representarán en el cumplimiento de las gestiones gubernamentales, desestimando a los que se mueven por motivos mezquinos.

El criterio de la participación social, como principio de Unidad de la sociedad cubana, se ha dado como ejemplo en la creación de más de 2200 organizaciones registradas y funcionando en virtud de la Ley de Asociaciones (Ley 54).

A las organizaciones de masas y sociales reconocidas en la Constitución Cubana (Artículo 7) por su alta membrecía y capacidad movilizativa, el sistema político cubano les garantiza amplios poderes por sus capacidades propositivas, de consulta, opinión, e incluso decisión, en el ejercicio de la participación democrática instituida por el orden constitucional. En el Artículo 103, la Carta Magna cubana establece que los órganos de gobierno territorial deben actuar con estrecha relación y coordinación con las organizaciones de masas.

Como una muestra de esto, se debe señalar que la modificación realizada en la Constitución en el 2002, donde se ratifica el carácter socialista e irrevocable del sistema político cubano, prohibiendo la negociación con potencias extranjeras bajo la coacción, amenaza o agresión, fue promovida por una solicitud conjunta de varias organizaciones y avalada por la firma de más de 8 millones de electores. Esto señala un 98% del electorado cubano.

En el proceso electoral, la participación de las organizaciones de masas es de vital importancia, lo cual demuestra que la composición del Parlamento Nacional cubano esté formado por mujeres y hombres de diferentes niveles culturales y profesionales, de diferentes sectores de la sociedad: campesinos, obreros, intelectuales, médicos, técnicos, ama de casas, jubilados y estudiantes de los niveles medio superior y superior.

Dentro del transcurso electoral, el Presidente del Consejo de Estado tiene que someterse a dos procesos electorales: primero tiene que ser elegido como diputado por más de la mitad de los electores de su circunscripción electoral y después por la Asamblea Nacional, ambos casos por el voto libre, directo y secreto.

Los pilares básicos del Sistema del Poder Popular y del Sistema Electoral cubanos son:
  • El pueblo propone y nomina de forma libre y democrática a sus candidatos.
  • La elección se efectúa mediante el voto libre, directo y secreto.
  • Los elegidos pueden ser revocados en cualquier momento de su mandato por cuestiones de falta de principios, incumplimiento de sus responsabilidades o violación de la ley.
  • La condición de diputado no entraña privilegios personales ni beneficios económicos, deben rendir cuentas a los electores de sus gestiones y están sujetos a controles sistemáticos de sus gestiones y actuación.
  • Los diputados y delegados no son profesionales; por tanto, no perciben salarios por el desempeño de sus funciones, realizando sus gestiones, mayoritariamente, en tiempo extra laboral.
  • Los diputados y delegados de los diferentes niveles tienen la obligación de mantener contacto directo con sus electores, oír sus opiniones, sugerencias, solicitudes, críticas y rendir cuentas, explicando la política del territorio por el que fue elegido y la política nacional.

De esta manera se conforman los diferentes niveles del organigrama del Poder Popular y Estatal cubanos. Nace en la célula de la sociedad y con la participación del pueblo directamente y también a través de sus organizaciones de masas, eligiendo simplemente a los que ven con verdaderas condiciones para ser sus representantes en el gobierno.

Mientras el resto del mundo muestra niveles abruptos de abstencionismo para elegir a sus gobernantes, Cuba mantiene un alto y detonante nivel de participación del pueblo en cada proceso electoral.

Tanto la participación del pueblo en la selección de sus dirigentes como en las decisiones importantes del país, Cuba se moviliza para responder con firmeza a favor de su proceso social.

La Revolución Cubana tiene su fuente de legitimidad no en las instituciones armadas o en las prebendas de una potencia extranjera, sino en un amplio y profundo consenso popular en torno a la salvaguarda de la soberanía, la independencia y el bienestar de todo el pueblo.


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